domingo, 17 de mayo de 2009

AFIRMACIONES Y ACTITUDES CONTRADICTORIAS


Al título: “Mons. Fernando Sebastián, Comisario Pontificio” podríamos alegar lo mismo que en la primera parte. Pero queremos ser concretos en nuestra respuesta.

Dice la carta: “Son muchos, sin duda, los que han sido «defenestrados» de LD por los falsos Superiores.” Esta afirmación va en contra del mismo dictamen de la CIVC-SVA, toda vez que el alejamiento del Sr. Perteguer, quien inició la ola de calumnias, fue por consejo de este Dicasterio. La palabra “defenestrados”, cargada de animosidad, quizá podría suplirse por alejados de la Asociación. Entonces, podríamos alegar ¿a cuántos se refiere? Estamos hablando de 5 miembros… representan el 0,76% de la Asociación… ¿son muchos, entonces? Y desde el momento en que se adhieren a las calumnias del Sr. Perteguer, ¿no será conveniente alejarlos tal como aconsejó con el primer caso la misma CIVC-SVA?

En otra parte: “Acusar de abuso de poder a quien ni siquiera se le ha permitido tomar posesión de las sedes de LD es ignorancia o perversión” y más adelante: “ya desde su nombramiento, apenas pudo ejercitar una mínima parte de las facultades que realmente le corresponden como Superior General”. Sin embargo, existen pruebas documentadas de la hipoteca sobre el Colegio Hispano-Irlandés (Madrid); la intervención de todas las cuentas de Lumen Dei en España; el retiro indiscriminado de dinero de las cuentas con un fin específico destinado a otros lugares; el incumplimiento del pago de los salarios a los trabajadores y de la seguridad social de las Hermanas; el cambio de la dirección fiscal de Lumen Dei; el rechazo de donaciones importantes que permitirían la continuidad de la Asociación; el allanamiento de morada en Madrid, Zaragoza y Logroño… todas acciones llevadas a cabo con el nombre y firma de Mons. Fernando Sebastián Aguilar. Asimismo, se debe recordar que un Comisario Pontificio obra en nombre de la autoridad eclesiástica, desde el momento en que es nombrado por la Iglesia, y por lo tanto no debe tener injerencia sobre bienes privados como es el caso de la Asociación Privada de Lumen Dei.

Por eso, cuando al final de la carta, refiriéndose a lo económico afirma: “Mons. Sebastián, el Superior General nombrado y confirmado por la Santa Sede, está sujeto actualmente ante los Tribunales a una docena de juicios en lo penal, civil y social.” Se debe tener en cuenta que en numerosas ocasiones los distintos miembros de Lumen Dei acudieron al Tribunal de la Signatura Apostólica pidiendo alguna suspensión respecto de la intervención que estaba llevando a cabo el referido Comisario sobre los bienes privados de la Asociación. El mismo Tribunal respondió que la defensa de los bienes privados y civiles debe llevarse a cabo de forma civil. Asesorados entonces por el mismo Tribunal y distintas personalidades de la Santa Sede los miembros desde los distintos lugares donde se encuentran afectados están llevando a cabo una acción de defensa.

A la frase: “Lo obligado en conciencia y más urgente es que en LD todos se atengan… a lo que han dispuesto… el Obispo de Cuenca, el Comisario Pontificio, la Congregación, la Signatura y también la Secretaría de Estado, manifestando el mandato expreso del Santo Padre.” En Lumen Dei los 650 miembros están a la espera, según mandato expreso del Santo Padre en la carta del 23 de enero de 2009: “donec aliter provideatur” ¿Dónde está la desobediencia?

¿Qué pruebas documentales existen para sostener esta afirmación?: “La Congregación para la Vida Consagrada reafirmaba en un Decreto (10-VII-08) la deposición del P. Daniel Zavala como Presidente General Interino de LD y la de todos los miembros del Consejo General. Una vez más la respuesta fue la desobediencia”.

Continúa en el siguiente artículo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno que Lumen Dei a pesar de todo el daño que le han querido hacer, haya seguido haciendo el bien, y no hayan dejado ni las hermanitas, ni los Padres, los apostolados que ejercían en las Sedes, sigan así siempre.

Anónimo dijo...

Yo vivo en Peru, exactamente en el Cusco, lugar donde se inicio Lumen Dei, y soy testigo presencial del bien que se hizo, por que me forme desde niño gracias a ellos, ahora tengo 25 años, y doy gracias a Dios, por que a través de Lumen Dei Conoci a Dios, y la verdad. Nunca vi algo indecente en los padres o las hermanas, espero esto ayude; por mi parte solo me queda orar para que todo salga bien.